La reciente muerte del Papa Francisco ha cerrado un capítulo significativo en la historia de la Iglesia Católica, marcado por su visión renovadora, su defensa de los marginados y su esfuerzo por acercar la institución a los desafíos del siglo XXI. Con su partida, los ojos del mundo se vuelven hacia la Capilla Sixtina, donde 138 cardenales electores, todos menores de 80 años, se reunirán en un Cónclave para elegir al próximo Sumo Pontífice.

La incógnita que resuena es si el próximo Papa seguirá el camino progresista de Francisco o si la Iglesia tomará un rumbo más tradicionalista.Según las normas de la Iglesia, el Cónclave debe convocarse entre el 6 y el 11 de mayo de 2025, es decir, entre 15 y 20 días después del fallecimiento de Francisco. Este plazo permite organizar los ritos fúnebres, diseñados por el propio Papa Francisco, quien optó por romper con ciertas tradiciones vaticanas para su despedida.

Una vez reunidos en la Capilla Sixtina, los cardenales iniciarán un proceso de votación secreto y riguroso.El primer día del Cónclave se realiza una sola votación. A partir del segundo día, se llevan a cabo cuatro rondas diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. En cada votación, los cardenales reciben una papeleta de manos de los maestros de ceremonias, escriben el nombre de su candidato y la depositan en una urna. Posteriormente, las papeletas se cuentan para verificar que coincidan con el número de electores presentes, se leen en voz alta y se inspeccionan minuciosamente.

Para que un cardenal sea elegido Papa, debe obtener al menos dos tercios de los votos. Si no se alcanza esta mayoría, las papeletas se queman con químicos que producen un humo negro, visible desde la Plaza de San Pedro, señalando que no hay decisión. Si tras 13 días no se logra un consenso, los cardenales pausan para reflexionar. Al día siguiente, se realiza una votación final entre los dos cardenales con más votos, quienes no participan en esta ronda pero permanecen presentes.

En este caso, basta con una mayoría simple para elegir al nuevo Papa. La duración del Cónclave es incierta. Puede resolverse en cuestión de días o extenderse por semanas, dependiendo de las dinámicas internas y las negociaciones entre los cardenales.En 2025, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 cardenales, de los cuales solo 138 tienen derecho a voto en el Cónclave, ya que son menores de 80 años.

Los 114 cardenales restantes, por su edad, no participarán en la elección, aunque su influencia en la Iglesia sigue siendo relevante. Este grupo de electores representa una diversidad geográfica y teológica, lo que hace que el Cónclave sea un reflejo de las tensiones y aspiraciones de la Iglesia global.

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